Served Meals Yields Baptism

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Yreka church member Ben Woodruff has been involved in ministry for unhoused people in his community for many years. Through his work with area churches and agencies, it was only a matter of time before he got his home church involved. The Yreka church members committed to taking one night per week to serve hot meals to the unhoused at a local church. According to Woodruff, “We soon realized that not many of them were coming to the church. We started going out to their camps with food to maximize our effectiveness. That decision increased serving from two to four meals in a building to serving 30 to 40 in the camps.”

As the collaborative town program ended with the season, the Yreka team didn’t see any lessening of the need. The church board then voted to keep assembling meals and delivering them to the camps. According to Bob Mason, district pastor, “We called our new group Ministry of Mercy, and as the months turned warm, the number of meals rose to over 70.”

Through choosing this act of service, we now know many in the camps by name. We have made our outreach more relevant to the community, and God has opened doors.

 

Mason continued, “Through choosing this act of service, we now know many in the camps by name. We have made our outreach more relevant to the community, and God has opened doors. The Ministry of Mercy team converses and prays with our new friends as opportunities arise. One man has begun coming to church and has requested baptism. Praise God!” 
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By Ken Miller

 

 

 

 

 

Comidas llevan a bautismo

El miembro de la iglesia de Yreka, Ben Woodruff, ha estado involucrado en el ministerio para personas sin vivienda en su comunidad durante muchos años. A través de su trabajo con iglesias y agencias del área, era solo cuestión de tiempo antes de que involucrara a su iglesia. Los miembros de la iglesia de Yreka se comprometieron a tomar una noche por semana para servir comidas calientes a los que no tienen vivienda en una iglesia de la localidad. Según Woodruff, «pronto nos dimos cuenta de que no muchos de ellos venían a la iglesia. Comenzamos a salir a sus campamentos con comida para maximizar nuestra efectividad. Esa decisión aumentó el servicio de dos a cuatro comidas en un edificio, a servir de 30 a 40 en los campamentos».

Como el programa de colaboración de la ciudad terminó con la temporada, el equipo de Yreka no vio ninguna disminución de la necesidad. La junta de la iglesia votó seguir preparando comidas y entregándolas a los campamentos. Según Bob Mason, pastor del distrito, «llamamos a nuestro nuevo grupo Ministerio de Misericordia y, a medida que los meses se volvían cálidos, el número de comidas aumentó a más de 70».

A través de ese acto de servicio, ahora conocemos a muchos en los campamentos por su nombre. Hemos hecho que nuestro alcance sea más relevante para la comunidad y Dios ha abierto puertas.

Mason continuó: «A través de ese acto de servicio, ahora conocemos a muchos en los campamentos por su nombre. Hemos hecho que nuestro alcance sea más relevante para la comunidad y Dios ha abierto puertas. El equipo de Ministerio de la Misericordia conversa y ora con nuestros nuevos amigos a medida que surgen oportunidades. Un hombre ha comenzado a venir a la iglesia y ha pedido el bautismo». 
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Por Ken Miller