Placerville church is implementing a community engagement plan to create discipleship opportunities. Launched last year, the initiative has already led to transformative outreach efforts. During Christmas, the church converted its sanctuary into the town of Bethlehem, offering an immersive experience for the community. Then, in March, they transformed the Life Center—where the congregation currently meets—into a fully operational health clinic.
The clinic served 213 people, with 100 health professionals generously donating their time. Services included health screenings, dental work, eye exams with eyeglass fittings, skin examinations, well-being therapy, and a dedicated prayer room. Volunteers welcomed attendees with warm smiles, guiding them to the appropriate services with care and compassion.
One attendee, a woman who came in for an eye exam, expressed her astonishment at the quality of care she received. “When I saw the flyer at the town clinic, I was skeptical that any healthcare service would be free,” she said. “I thought it might just be a way to collect my information. But when I arrived, a real doctor examined me, and everything was so professional. After this, I’m scheduled to get my teeth cleaned and then a massage. I feel loved and cared for!”

The congregation wholeheartedly supports these outreach efforts, fostering a culture of generosity by giving their time and resources. The church’s food bank serves over 200 people weekly, and other ministries actively engage members and the broader community. Additionally, the church maintains a strong partnership with its school, viewing it as a vital part of its evangelism ministry.
Pastor Andrew Uyeyama emphasizes the church’s mission: "Having worked as an evangelist, I know how crucial it is for the church to embrace and become relevant to the community. Through interactions like today’s clinic, we can draw people in and minister to them where they are. Seeing our members and community participants so engaged and enthusiastic is exciting!”
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By Laurie Trujillo
Ministerio con mentalidad misional
La iglesia de Placerville está implementando un plan de participación comunitaria para crear oportunidades de discipulado. Lanzada el año pasado, la iniciativa ya ha dado lugar a transformadores esfuerzos de divulgación. Durante la Navidad, la iglesia convirtió su santuario en la ciudad de Belén, ofreciendo una experiencia inmersiva para la comunidad. Luego, en marzo, transformaron el Centro de Vida, donde actualmente se reúne la congregación, en una clínica de salud en pleno funcionamiento.
La clínica atendió a 213 personas, con 100 profesionales de la salud donando generosamente su tiempo. Los servicios incluyeron exámenes de salud, trabajos dentales, exámenes de la vista con accesorios de anteojos, exámenes de la piel, terapia de bienestar y una sala de oración. Los voluntarios dieron la bienvenida a los asistentes con cálidas sonrisas, guiándolos a los servicios apropiados con cuidado y compasión.
Una de las asistentes, una mujer que acudió para hacerse un examen de la vista, expresó su asombro por la calidad de la atención que recibió. «Cuando vi el volante en la clínica, era escéptica de que algún servicio de atención médica fuera gratuito», dijo. «Pensé que podría ser solo una forma de recopilar mi información. Pero cuando llegué, un médico me examinó y todo fue muy profesional. Después de esto, tengo programada una limpieza dental y luego un masaje. ¡Me siento amada y cuidada!»

La congregación apoya de todo corazón esos esfuerzos, fomentando una cultura de generosidad al dar su tiempo y recursos. El banco de alimentos de la iglesia atiende a más de 200 personas semanalmente, y otros ministerios involucran activamente a los miembros y a la comunidad en general. Además, la iglesia mantiene una fuerte asociación con su escuela, viéndola como una parte vital de su ministerio.
El pastor Andrew Uyeyama enfatiza la misión de la iglesia: «Habiendo trabajado como evangelista, sé lo crucial que es para la iglesia abrazar y volverse relevante para la comunidad. A través de interacciones como la clínica, podemos atraer a las personas y ministrarles donde están. ¡Ver a nuestros miembros y participantes de la comunidad tan comprometidos y entusiastas es emocionante!»
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Por Laurie Trujillo