If you want to know if Jesus has a sense of humor, just look at my life,” Geoff Sewell said. “I would never have gotten that answer correct on a multiple-choice question that five years after covid started, I’d be getting ordained in Southern California. Not on my list. And yet, God works in truly mysterious ways. I’m proof of that. Lord, you’ve called me; I’m grateful.”
Two years after retiring with 30 years of experience in the medical field, Sewell earned his Master of Arts in Pastoral Ministry degree at Andrews University. He was unsure what God’s next steps were for him and prayed for His guidance. Soon, he was called to serve in the Southern California Conference—his home conference—as senior youth and young adult ministries director.
Though initially surprised, Sewell knew God had answered his prayer. With more than 20 years of experience serving as an elder and a few years as interim pastor on different occasions at the Aiea church in Hawaii, Sewell had led the youth, Vacation Bible School, and Pathfinder club ministries and was well equipped for this new role.
At Sewell’s ordination ceremony this spring, he emphasized how his commitment to health, well-being, mentorship, and discipleship has been vital to his ministry bringing the next generation of youth and young adults into healthy and loving relationships with Jesus—and with the church.
“We cannot be a healthy church if we’re losing half of our future,” Sewell said. “My team and I are on fire, dedicated to working with you to make that population healthy with our churches.”
Ministry colleagues from near and far showed support. Jon Cicle, assistant to the president in Northern California Conference, reminisced about their mission trip with Eagle Rock young adults; Celeste Harrison, pastor of Alhambra church and CODA*, spoke of their time attending the seminary; and Ben Supit, Hawaii Conference treasurer, represented Sewell’s former conference with a letter of affirmation from President Eric VanDenburgh.
“It is clear that his gifts are being used powerfully for the building up of God’s kingdom,” VanDenburgh said of Sewell. “As The Acts of the Apostles so beautifully states, ‘a man can have no greater honor than to be accepted by God as an able minister of the gospel’ [Ellen G. White, p. 328]. Today we celebrate that honor in Elder Sewell’s life and ministry.”
Sewell’s path from medicine to ministry may seem unconventional, but through his ordination, it is evident that God has prepared him for such a time as this.
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By Araya Moss
Photos: Lauren Lacson
De la medicina al ministerio: ordenación de Geoff Sewell
Si quieres saber si Jesús tiene sentido del humor, solo mira mi vida», dijo Geoff Sewell. «Nunca habría acertado esa respuesta en una pregunta de opción múltiple que cinco años después de que comenzara el covid, me ordenarían en el sur de California. No estaría en mi lista. Sin embargo, Dios obra de maneras verdaderamente misteriosas. Soy prueba de ello. Señor, me has llamado y estoy agradecido».
Dos años después de jubilarse con 30 años de experiencia en el campo de la medicina, Sewell obtuvo su Maestría en Ministerio Pastoral en Andrews University. No estaba seguro de cuáles serían los próximos pasos de Dios para él y oró por su dirección. Pronto fue llamado a servir en la Southern California Conference, como director de ministerios de jóvenes y adultos jóvenes.
Aunque inicialmente se sorprendió, Sewell supo que Dios había respondido a su oración. Con más de 20 años de experiencia sirviendo como anciano y algunos años como pastor interino en diferentes ocasiones en Hawaii, Sewell había dirigido los ministerios de jóvenes, la Escuela Bíblica de Vacaciones y el Club de Conquistadores.
En la ceremonia de ordenación de Sewell esta primavera, enfatizó cómo su compromiso con la salud, el bienestar, la tutoría y el discipulado ha sido vital para su ministerio, llevando a la próxima generación de jóvenes y adultos jóvenes a relaciones saludables y amorosas con Jesús y con la iglesia.
«No podemos ser una iglesia saludable si estamos perdiendo la mitad de nuestro futuro», dijo Sewell. «Mi equipo y yo estamos en llamas, dedicados a trabajar con ustedes para hacer que esa población sea saludable».
Colegas del ministerio de cerca y de lejos mostraron su apoyo. Jon Cicle, asistente del presidente en la Northern California Conference, recordó su viaje misionero con los jóvenes de Eagle Rock; Celeste Harrison, pastora de la iglesia de la Alhambra y CODA, habló de su tiempo asistiendo al seminario; y Ben Supit, tesorero de la Hawaii Conference, representó a la antigua conferencia de Sewell con una carta de afirmación del presidente Eric VanDenburgh.
«Está claro que sus dones están siendo usados poderosamente para la edificación del reino de Dios», dijo VanDenburgh de Sewell. «Como los Hechos de los Apóstoles declaran tan bellamente, “un hombre no puede tener mayor honor que ser aceptado por Dios como un ministro capaz del evangelio” (p. 328). Hoy celebramos ese honor en la vida y el ministerio del pastor Sewell».
El camino de Sewell de la medicina al ministerio puede parecer poco convencional, pero a través de su ordenación, es evidente que Dios lo ha preparado para un momento como este.
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Por Araya Moss
Photos: Lauren Lacson
