This summer at Camp Waianae was nothing short of extraordinary. As 250 campers came through our gates, they experienced more than just a program—they entered into a God-filled journey in which they were reminded every day that they are highly favored. This year, more than ever, we witnessed how far God will go to bring His children together.
Doing summer camp in Hawai‘i is a special blessing—and a logistical miracle. Unless you live on O‘ahu, attending Camp Waianae means catching a flight. For our keiki from the Big Island, Maui, and Kaua‘i, it requires great effort, coordination, and funding just to arrive. But every smiling face, every life transformed, reminds us that every mile is worth it.
This year was extra special: for the first time in recent memory, we welcomed campers from the island of Moloka‘i. Watching those kids step off the small plane, full of anticipation and joy, was a moment none of us will forget. It happened thanks to the dedicated efforts of Pastor Brian Garcia, who traveled with the keiki, and Pastor Ron Taylor, whose heart for his Moloka‘i church family motivated him to go the extra mile, literally and spiritually, to ensure his kids experienced summer camp for the very first time.




Throughout the summer, the theme “Highly Favored” was not just taught, it was experienced. Focusing on the story of Joseph, we examined what it means to be chosen, loved, and seen by God, even amidst trials. Our campers connected deeply with Joseph’s story, recognizing echoes of their own struggles and victories.
Each week came alive through inspiring messages from our guest speakers. Pastor Meshach Soli kicked off the summer with enthusiasm and joy for our Adventurer campers. Pastor Brian Garcia guided our Juniors with messages about identity and purpose. Pastor Josue Sanchez wrapped up Teen Camp with bold, heartfelt sermons that encouraged deep reflection.
Behind it all was our dedicated staff, working tirelessly, loving endlessly, and creating a space where kids could meet Jesus.
From Moloka‘i, Kauai, Maui, and Big Island to O‘ahu, this summer reminded us all: we are deeply known, dearly loved, and highly favored by God.
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By Ivan Ostrovsky
Muy favorecido: un verano del recuerdo en Camp Waianae
Este verano en Camp Waianae fue nada menos que extraordinario. Cuando 250 campistas entraron por nuestras puertas, experimentaron más que un programa: entraron en un viaje lleno de Dios en el que se les recordó todos los días que son muy favorecidos. Este año, más que nunca, fuimos testigos de lo lejos que llegará Dios para unir a sus hijos.
Hacer un campamento de verano en Hawaii es una bendición especial y un milagro logístico. A menos que viva en O’ahu, asistir a Camp Waianae significa tomar un vuelo. Para nuestro keiki de la Isla Grande, Maui y Kaua’i, se requiere un gran esfuerzo, coordinación y financiación tan solo para llegar. Pero cada cara sonriente, cada vida transformada, nos recuerda que cada milla vale la pena.
Este año fue muy especial: por primera vez en la memoria reciente, dimos la bienvenida a campistas de la isla de Moloka’i. Ver a esos niños bajar del pequeño avión, llenos de anticipación y alegría, fue un momento que ninguno de nosotros olvidará. Sucedió gracias a los esfuerzos dedicados del pastor Brian García, quien viajó con el keiki, y el pastor Ron Taylor, cuyo corazón por su familia de la iglesia Moloka’i lo motivó a hacer un esfuerzo adicional, literal y espiritualmente, para asegurarse de que sus hijos experimentaran el campamento de verano por primera vez.




A lo largo del verano, el tema «Altamente favorecido» no solo se enseñó, sino que se experimentó. Centrándonos en la historia de José, examinamos lo que significa ser elegido, amado y visto por Dios, incluso en medio de las pruebas. Nuestros campistas se conectaron profundamente con la historia de José, reconociendo los ecos de sus propias luchas y victorias.
Cada semana cobró vida a través de mensajes inspiradores de nuestros oradores invitados. El pastor Meshach Soli comenzó el verano con entusiasmo y alegría para nuestros campistas aventureros. El pastor Brian García guió a nuestros Juniors con mensajes sobre identidad y propósito. El pastor Josué Sánchez concluyó el Campamento de Adolescentes con sermones audaces y sinceros que alentaron una profunda reflexión.
Detrás de todo estaba nuestro dedicado personal, trabajando incansablemente, mostrando amor sin cesar y creando un espacio donde los niños pudieran conocer a Jesús.
Desde Moloka’i, Kauai, Maui y Big Island hasta O’ahu, este verano nos recordó a todos: somos profundamente conocidos, amados y muy favorecidos por Dios.
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Por Ivan Ostrovsky