Marks a New Chapter in Community Rebuilding
In August, nearly 600 people gathered in the new sanctuary of the Paradise Seventh-day Adventist Church, marking a milestone five years in the making. The Dedication Weekend was more than just a ribbon-cutting; it was a homecoming, a testament of faith, and a visible sign that Paradise is slowly rising from the ashes of the 2018 Camp Fire.
When wildfire destroyed the church, a portion of the school, and thousands of homes, church members did not retreat—they mobilized. They expanded their freshwater well for the community, distributed home starter kits, and built storage sheds for displaced families. They launched Love Gives, a ministry providing furniture and household goods to returning residents. During the pandemic, they delivered groceries and essentials to homebound neighbors, continuing their ministry even without a permanent building.
Worship continued, first outdoors and then in the academy gymnasium, which volunteers transformed each week. In May 2023, hope materialized as ground was broken for the new sanctuary. Two years later, the congregation entered a building crafted from timber, stone, and unwavering perseverance. Pastor Zach Reiber honored God and His sustaining love in the midst of both challenges and triumphs.
The recovery extends beyond the church walls. Paradise Adventist Academy, which reopened in 2021, now teaches a generation shaped by tragedy and a commitment to community service. The town, once in ruins, is slowly returning—its population is over 9,000—with new construction standing alongside reminders of loss.
Marc Woodson, NCC President, shared, “Through the ashes of tragedy, Paradise members have shown what it means to live on mission—creating ministries to meet unique community needs, lifting spirits with kindness, and opening hearts to the transforming power of Jesus. Their steadfast love has helped neighbors rebuild and prepared hearts for the joy of His soon return.”
____________________
By Communication Department
Paradise dedica una nueva iglesia y marca un nuevo capítulo en la reconstrucción de la comunidad
En agosto, casi 600 personas se reunieron en el nuevo santuario de la Iglesia Adventista de Paradise, marcando un hito de cinco años en la construcción. El fin de semana de dedicación fue más que un simple corte de cinta; fue un regreso a casa, un testamento de fe y una señal visible de que Paraíso se está levantando lentamente de las cenizas del Camp Fire de 2018.
Cuando un incendio forestal destruyó la iglesia, una parte de la escuela y miles de hogares, los miembros de la iglesia no se retiraron, sino que se movilizaron. Ampliaron su pozo de agua dulce para la comunidad, distribuyeron kits de inicio para el hogar y construyeron cobertizos de almacenamiento para familias desplazadas. Lanzaron Love Gives, un ministerio que proporciona muebles y artículos para el hogar a los residentes que regresan. Durante la pandemia, entregaron comestibles y artículos esenciales a los vecinos confinados en sus hogares, continuando su ministerio incluso sin un edificio permanente.
La adoración continuó, primero al aire libre y luego en el gimnasio de la academia, que los voluntarios transformaron cada semana. En mayo de 2023, la esperanza se materializó cuando se inició la construcción del nuevo santuario. Dos años después, la congregación entró en un edificio hecho de madera, piedra y perseverancia inquebrantable. El pastor Zach Reiber honró a Dios y su amor sustentador en medio de desafíos y triunfos.
La recuperación se extiende más allá de los muros de la iglesia. Paradise Adventist Academy, que reabrió en 2021, ahora enseña a una generación marcada por la tragedia y un compromiso con el servicio comunitario. La ciudad, una vez en ruinas, está regresando lentamente, su población supera los 9,000 habitantes, con nuevas construcciones junto a recordatorios de pérdidas.
Marc Woodson, presidente de NCC, compartió: «A través de las cenizas de la tragedia, los miembros de Paradise han demostrado lo que significa vivir en misión: crear ministerios para satisfacer las necesidades únicas de la comunidad, levantar el espíritu con amabilidad y abrir los corazones al poder transformador de Jesús. Su amor inquebrantable ha ayudado al prójimo a reconstruir y ha preparado los corazones para el gozo de su pronto regreso».
____________________
Por el Departamento de Comunicación
