On April 5, 2025, a milestone day for both her life and the wider church community, Pastor Melinda Mauia was ordained to the gospel ministry—a moment she describes as a profound gift from God and a historic breakthrough for Samoan women in pastoral leadership.
Mauia’s journey to this moment has been one of perseverance, faith, and resilience. Raised in a Seventh-day Adventist pastoral family, she witnessed the dedication and sacrifices of ministry from an early age. Yet, her path was far from straightforward. After seasons of personal struggle and spiritual searching, she found her footing through Yucaipa Youth Ministries and missional discipleship. Those early experiences ignited her passion for service and led her to Andrews University, where she overcame academic challenges to earn both a bachelor's degree in theology and later a Master of Divinity in 2014.
Though doors to pastoral ministry did not open immediately, God redirected her path in unexpected ways. From teaching and coordinating in South Korea to serving in San Francisco and completing Clinical Pastoral Education in Loma Linda, Mauia gained deep experience in trauma care, cross-cultural ministry, and spiritual leadership. In 2021, she accepted the call to serve in the Santa Ana Samoan church and New Hope Samoan company, where she has faithfully led with humility and courage.
As a Samoan woman in ministry, Mauia has faced both cultural and gender-based challenges. “Sometimes my brothers could say the same thing I was saying, but it would be more readily accepted because of gender,” she reflected. Yet, she has learned to meet these moments with love, rooted in her Samoan upbringing and her calling to shepherd her people as a spiritual mother.
The ordination service carried the theme “I trust in God my Savior—He will never fail.” Surrounded by family, church members, and mentors, Mauia experienced the peace of God’s affirmation. A deeply personal highlight came when her father prayed the ordination prayer over her ministry, sealing the moment with family legacy and blessing.
Her ordination is also a historic first: she is believed to be the first Samoan female pastor ordained by a Samoan church—a glass ceiling broken for future generations. “I may be the first, but I won’t be the last,” she said. With gratitude to her family, community, and conference, Mauia continues to lead with compassion, determination, and unwavering trust in God, who has guided her every step.
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By Jordyn Wright
Llamada y comisionada: ordenación de la pastora Melinda Mauia
El 5 de abril de 2025, un día histórico tanto para su vida como para la comunidad eclesiástica en general, la pastora Melinda Mauia fue ordenada al ministerio, un momento que describe como un profundo regalo de Dios y un avance histórico para las mujeres samoanas en el liderazgo pastoral.
El recorrido de Mauia hasta ese momento ha sido de perseverancia, fe y resiliencia. Criada en una familia pastoral adventista, fue testigo de la dedicación y los sacrificios del ministerio desde una edad temprana. Sin embargo, su experiencia estaba lejos de ser sencilla. Después de temporadas de lucha personal y búsqueda espiritual, encontró su equilibrio a través del ministerio juvenil de Yucaipa y el discipulado misionero. Esas primeras experiencias encendieron su pasión por el servicio y la llevaron a Andrews University, donde superó los desafíos académicos para obtener una licenciatura en teología y luego una Maestría en Divinidad en 2014.
Aunque las puertas al ministerio pastoral no se abrieron de inmediato, Dios redirigió su camino de maneras inesperadas. Desde enseñar y coordinar en Corea del Sur hasta servir en San Francisco y completar la educación pastoral clínica en Loma Linda, Mauia adquirió una profunda experiencia en atención de traumas, ministerio intercultural y liderazgo espiritual. En 2021, aceptó el llamado a servir en la iglesia samoana de Santa Ana y en la compañía samoana New Hope, donde ha liderado fielmente con humildad y arrojo.
Como samoana en el ministerio, Mauia se ha enfrentado a desafíos culturales y de sexo. «A veces mis hermanos podían decir lo mismo que yo decía, pero era más fácilmente aceptado debido al sexo», reflexionó. Sin embargo, ha aprendido a enfrentar esos momentos con amor, arraigada en su educación samoana y su llamado a pastorear a su pueblo como madre espiritual.
El servicio de ordenación tuvo como tema «Confío en Dios mi Salvador, él nunca fallará». Rodeada de familiares, miembros de iglesia y mentores, Mauia experimentó la paz de la afirmación de Dios. Un punto culminante profundamente personal llegó cuando su padre tuvo la oración de ordenación sobre su ministerio, sellando el momento con el legado y la bendición familiar.
Su ordenación también es una primicia histórica: se cree que es la primera pastora samoana ordenada por una iglesia samoana, una barrera laboral rota para las generaciones futuras. «Puede que sea la primera, pero no seré la última», dijo. Con gratitud a su familia, su comunidad y su conferencia, Mauia continúa liderando con compasión, determinación y confianza inquebrantable en Dios, quien la ha guiado en cada paso.
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Por Jordyn Wright
